Hubo una vez en un sueño… tres pequeñas niñas
que se conocieron por una extraña casualidad. Dos de ellas tuvieron la fortuna de poder
estar juntas pero una de ellas se encontraba separada por varios reinos.
El universo decidió que se tenÃan que
conocer, asà que pasaron por innumerables momentos… llenos de alegrÃa, dolor,
sorpresa, esperanza, desconsuelo. Ellas juraron nunca dejar de creer porqué una
vez que se pierde la fe, se pierde la batalla. Creer va más allá de ser sólo una
palabra. Creer implica aceptar que todo es posible.
Sin embargo conforme paso el tiempo y sus
aventuras fueron menos recurrentes, se dieron cuenta que existÃa algo que las
alejaba cada vez un poco más, el tiempo. Emprendieron una carrera que temÃan no
poder ganar.
Todas cambiaron, sin darse cuenta. Una ley
inquebrantable en su mundo era que una persona conforme crece, cambia la
esencia que lo compone. Es de suponerse
que el final era inevitable.
Se dice que las 3 niñas cuando crecieron,
buscaron su destino. Dicen algunas
personas que aún se pueden escuchar sus risas en el bosque que solÃan jugar,
otras dicen que no importo el tiempo, ni la distancia ya que el destino se
encargo de juntarlas nuevamente.